Los legisladores tanto a nivel nacional como en la UE deben actuar con urgencia para recuperar el terreno perdido en áreas que van desde la educación al empleo y la adecuada creación de empleo hasta el trato a los inmigrantes que solicitan puestos de trabajo, tanto dentro de la UE como de los más alejados. Estas cuestiones figuran en el informe final sobre la “Europa social”, desarrollado por un grupo heterogéneo de expertos bajo la presidencia del ex-primer ministro belga y ministro de Asuntos Sociales Frank Vandenbroucke.
El informe final de este grupo de trabajo, que fue presentado en una cena el 23 de febrero, propone evaluar las fortalezas y las debilidades de las políticas sociales que han sido fundamentales para la creación de la propia Unión Europea. Sobre la base de estos resultados, recomienda en conjunto a la nueva Comisión Europea y a las instituciones de la UE reafirmar los principios sociales de Europa y hacer frente a sus objetivos de competitividad.
El mensaje del informe, en un contexto de desempleo inaceptablemente alto en muchos países de la UE, particularmente entre los jóvenes, es que la inversión en las personas debe tener la misma prioridad que la inversión en infraestructuras, innovación y todas las demás áreas deben ser vistas como cruciales para la competitividad global de Europa.